Formas de decir puta
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¡Culturízate! Aprende a decir «puta» de 25 formas diferentes

Si pensáis que tener un lenguaje rico y riguroso es de frikis, estáis equivocados. Con un buen vocabulario podréis chulear en el bar y si nadie os entiende, intentad intercalarlo con unos eructos. Expresarse de una forma elaborada y compleja nos puede resultar muy útil, sobre todo cuando nombramos el nombre de las putas en vano. Pensad que en la Antigua Roma tenían unos 50 sinónimos para esta palabra, todos están recopilados en el libro Palabrotalogía de Virgilio Ortega. ¿Y por qué los latinos tenían tantos sinónimos si no son los mismos latinos que inventaron el reguetón?

Dejando a los latinos a un lado, ya sabréis que Apricots University promociona la cultura y el zorreo educado, por esta razón nos hemos currado el listado más culto de sinónimos de la palabra “prostituta”, incluyendo términos que han caído en desuso. Asimismo, hemos descartado todos aquellas palabras como “guarra, buscona, calienta pollas, etc.” porque no son sinónimos, sino palabras muy feas referidas a cualquier mujer que disfruta del sexo y ama follar pero sin que haya dinero de por medio; como máximo, una cena o unas copas pagadas, claro.

Vamos al lío.

Empezamos por la definición de la R.A.E: “Prostituta: Persona que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero”, aunque es mucho más frecuente la palabra “puta”, que no aconsejamos utilizar si queréis quedar como personas eruditas. Sin embargo a nosotros las definiciones de R.A.E a veces nos parecen más rancias que los jerseys que huelen a naftalina, además de demasiado genéricas y por lo tanto incorrectas. Por este motivo hemos querido actualizar la definición así: “Prostituta: Persona mayor de edad que mantiene voluntariamente relaciones sexuales o no, a cambio de dinero”.

Así que, lo que no se ajuste a esta definición por ser menor de edad o no voluntario no puede coincidir con la descripción de arriba, porque ya no se hablaría de prostitutas sino de esclavas sexuales. Y, por cierto, hablamos sólo en femenino no porque no existan los prostitutos o putos, sino porque nosotros también nos hemos apuntado a la moda de hablar de prostitución como si involucrara sólo a las mujeres.

Y después de haber aclarado esto, y para dar prueba de vuestra amplia cultura, éstas son las palabras que tendréis que emplear a partir de hoy:

  • Agrofa: Término utilizado en la Edad Media, no se conoce su origen. Hoy ha caído completamente en desuso, de hecho en la R.A.E ni se encuentra porque pensaron que sonaban muy mal frases como: “Así, cariño, empótrame fuerte, dime que soy tu agrofa…”
  • Bordiona: Vocablo caído en desuso, tiene su origen en la unión del adjetivo “borde” y del sufijo femenino “ona”.
  • Cellenca: Del latín “sella”, lo que se conoce hoy en día como “silla”. La forma original era “sellenca” e indicaba una prostituta sentada en una silla esperando a sus clientes, situación que con el tiempo degeneró en esperar sentadas en los taburetes de un bar.
  • Colipoterra. Una de las expresiones más antiguas, utilizada ya en los siglos XV y XVI.
  • Cortesana: Raíz latina, en la séptima acepción de la R.A.E se define como “mujer de costumbres libres”. Parece que a partir del XVI siglo, las mujeres definidas “libres” y “sueltas” eran las que ejercían la prostitución de forma independiente, es decir, sin estar en una casa de mancebía (prostíbulo) y, por lo tanto, sin tener un rufián (chulo).
  • Escort: De derivación inglesa, “to escort” que significa escoltar o acompañar. A su vez, la palabra en inglés deriva del francés, escorter, que tiene el mismo significado. La traducción que se ha aplicado en español es “chica de compañía” y normalmente, las prostitutas con tarifas más elevadas han tratado de apropiarse de este término y alejándose de la palabra “puta” que tratan de atribuírselo a las chicas con tarifas más económicas. La verdad es que nosotros seguimos sin acostumbrarnos a la palabra “escort” sin que vaya precedida de la marca Ford.
  • Fulana: Este término deriva del árabe “fulān” y significa “persona cualquiera” o bien “persona de la que se desconoce el nombre”. No sabemos cuándo se empezó a utilizar para referirse a las prostitutas, igualmente el motivo de su atribución queda bastante claro: las prostitutas raramente se presentan con su verdadero nombre, así que nadie sabe cómo se llaman realmente.
  • Gorrona: Ahora mismo, en la R.A.E aparece esta definición: “Que tiene por hábito comer, vivir, regalarse o divertirse a costa ajena”, pero antes de que cayera en desuso, “gorrona” quería decir “puta”.
  • Halconera: Ya en desuso, se decía “halconera” porque cazaba a los hombres al igual que el halcón a las gallinas.
  • Hetaira: De origen griega (ἑταίρα), con esta palabra se hacía referencia a las cortesanas, mujeres muy cultas, instruidas e independientes que si prestaban servicios sexuales, no lo hacían por dinero, sino por placer. En la antigua Grecia, las hetairas tenían muchas influencia y una elevada consideración social; entre ellas destaca la figura de Aspasia de Mileto, mujer de la cual se enamoró Pericles, político y orador griego entre los más influyentes de la Edad de Oro. Parece que Aspasia de Mileto asesoró a Pericles en cuestiones políticas, ayudándole a tomar decisiones relativas al gobierno de la ciudad o a los conflictos bélicos. Incluso Sócrates le pedía consejo y le mandaba a sus propios alumnos al considerarla como una maestra excelente en filosofía y retórica.
    Hetaria
  • Loba: Del latín “lupa”, éstas mujeres eran las que ejercían la prostitución sagrada con los sacerdotes del dios Fauno Luperco en ocasión de los ritos de febrero que se celebraban en el Ara Máxima. El término “lupanar” que conocemos hoy en día para indicar una casa de citas, vulgarmente dicho puticlub, tiene la misma raíz.
  • Lumia: Las lumias eran unos personajes de la mitología gallega, representadas con un rostro hermoso de mujer y el cuerpo de dragón, o bien, como una bella mujer que cabalga un dragón. Estas criaturas vivían en cuevas cercanas a los ríos, donde lavaban la ropa y se peinaban a la espera de que pasara una potencial víctima. Eran muy peligrosas para los hombres porque les encantaban para luego devorarlos. Este término ha evolucionado al término actual “lumis”, utilizado en el interior de la península, sobre todo en Madrid.
  • Madama: Del francés “madame” (señora), la palabra se refiere ya sea a quien practica la prostitución y a quien regenta un prostíbulo.
  • Meretriz: De origen latino, “mereticor”, se compone de la palabra “mereor” que tiene el significado opuesto de “merecer”, por lo tanto eran las mujeres que merecían desprecio ya que, siendo solteras, buscaban un marido «meritorio», es decir, con buena situación económica y social. Por esta razón, empezaron a estar mal vistas y, en consecuencia, a ser consideradas prostitutas, llamadas en Roma meretrix; por cierto, para los que estuvieran atentos en el Instituto y tengan todavía algún recuerdo de latín, no les costará entender el significado de una expresión como “filius meretrix”.
  • Mozcorra (o moscona): Deriva de la palabra latina “musca”; se empezó a utilizar porque las prostitutas se pegaban y mosqueaban a los hombres, un poco como pasa a las moscas con los animales.
  • Pelandusca: Este término nace de un castigo ejemplarizador que se ejercía sobre aquellas mujeres que ofrecían favores sexuales por la calle a cambio de dinero. Dicho castigo consistía en raparles el pelo a cero. No se conoce la época exacta en la que surgió esta palabra. Las demás formas de decirlo, ya sea ‘pelandrusca’, ‘perlandusca’ o ‘perlandrusca’, son tres modos erróneos de nombrarla.
  • Peliforra: Del latín pilus (pelo), la raíz puede ser la misma que en «de mal pelo» o «de mal pelaje», es decir persona sucia y descuidada.
  • Pendón: De la palabra francesa “penon” que, a su vez, deriva del latín “penna”, que en castellano significa “pluma”. En castellano la palabra francesa fue modificada y asociada a la latina “pendere” (colgar). El pendón no era otra cosa que un estandarte que iba a la cabeza de un regimiento. Acabó utilizándose como sinónimo de prostituta porque era la que llegaba la primera y más se hacía notar en todas las fiestas o celebraciones, al igual que el pendón que era la primera cosa que se veía de un regimiento.
  • Peripatética: En la antigua Grecia, los peripatéticos eran los filósofos alumnos de Aristóteles, cuyas clases se impartían paseando en el jardín de la escuela que él mismo fundó en el 336 a.C. La palabra se compone de “perì” (alrededor) y de “patèo” (camino), por lo tanto el peripatético era un “caminador”. En su acepción masculina, designaba un respectable filósofo, mientras en la femenina tomó el significado de prostituta callejera.
  • Pupila: Del latín “pupilla”, el porqué de este sinónimo de prostituta es incierto. Por lo que hemos podido leer y entender (vamos, que nos lo hemos sacado un poco de la manga), en la Edad Media estas jóvenes mujeres que vivían en las mancebías (burdeles), se impregnaban los ojos con una planta para dilatar la pupila artificialmente. El porqué se debe a que la pupila se dilata en estados de excitación sexual, por lo que los hombres de forma inconsciente percibían a las mujeres de pupila dilatada como sexualmente receptivas y, por esta razón, más atractivas.
  • Rabiza: La R.A.E nos ofrece esta definición: «Prostituta muy despreciable, al igual que la mayoría de nuestras definiciones».
  • Ramera: Hay dos versiones distintas sobre la origen de esta palabra: una perteneciente a la Edad Media y otra que no sabemos ubicar en el tiempo. Según la primera, en las puertas de las tabernas se colgaban unos ramos para indicar que esas no eran casas particulares, sino que se vendía comida, bebida y putas. Al mismo tiempo, las mujeres que ofrecían servicios sexuales hacían lo mismo en las puertas de sus casas, indicando que allí también había comida en abundancia. Se podría definir como la versión antigua de los actuales centros de masajes chinos, que ocultan sus servicios sexuales detrás de la fachada de un centro de belleza. La segunda versión cuenta que las prostitutas ofrecían sus servicios en una especie de cabañas hecha con ramas, de allí el nombre. Sin embargo, no hay fuentes ciertas sobre la veracidad de ésta segunda versión.
  • Suripanta: Actualmente en desuso, este término se refería a las mujeres que actuaban de coristas o de comparsas en el teatro. Según la Revista Española de Lingüística, el término fue acuñado por el escritor español Eugenio Blasco para la opereta El joven Telémaco (1866). Asociado posiblemente al estilo de vida libertina que llevaban estas mujeres, la palabra acabó utilizándose como equivalente de prostituta.
  • Zorrupia: Al igual que zorra, zorrupia deriva del árabe “surriyya” (concubina). No confundir con el animal, que tiene su raíz en el idioma portugués y, por supuesto, tiene otro significado.

¿Conocéis más términos que se puedan añadir a esta lista? ¿Sabéis más curiosidades sobre alguno de los que hemos comentado? Dejadnos un comentario e iremos añadiendo vuestras aportaciones. Y ahora que conocemos todos estos nuevos términos, vamos a ver cómo podemos utilizarlos según la situación en la que nos encontremos:

Manifestar desconocimiento:

– “¿Sabes a qué hora empieza el concierto?”
– “¡No tengo ni colipoterra idea!”

Manifestar crisis económica:

– “Este mes he vivido por encima de mis posibilidades y no me queda ni un peripatético duro”.

Manifestar locura:

– “Esta noche me follé a un tío sin utilizar el condón”
– “¡Estás como una suripanta cabra!”

Es la hora de poner en práctica lo que habéis aprendido. Escribid el sinónimo que consideréis más apropiado y recordad que ahora el objetivo es ser cultos, el examen para chonis será otro día, ¿ok?

Si el resultado del ejercicio no ha salido como os esperabáis, podéis volverlo a intentar todas las veces que queráis. Aprovechad, ¡porque las cosas gratis que quedan en este mundo son muy pocas!

Acabando, os adelantamos de que estamos preparando el Atlas del Puterío, una verdadera guía lingüística que incluye los términos más curiosos para decir “prostituta” en otros idiomas. Nuestro Atlas os será muy útil por si os vais de viaje al extranjero y queréis mostrar lo cultos que sois allí también. Así que, ¡no dejéis de leernos y suscribíos a nuestra newsletter de una colipoterra vez!

5 pensamientos en “¡Culturízate! Aprende a decir «puta» de 25 formas diferentes

  1. Joder, se os va la olla, estáis fatal. Jijiji Me encanta como os currais un artículo de algo que no me hubiera imaginado jamás, la palabra puta no pensé que daría tanto de sí. Seguid así!

  2. Ni una cantonera, sería capaz, desafiando esquineras y eruditos, encontrar variedad de rondonas palabras, para recuento del menester de las dulcineas.

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