Faltan pocos días para las elecciones nacionales, lo que significa que por fin en la tele acabarán de transmitir esos abrumadores debates políticos y todos nosotros, felices y contentos, volveremos a mirar cualquier otra basura que nos proporcione la caja tonta.
A la espera de que las elecciones acaben, hemos querido averiguar cuál es la posición de los 4 partidos mayoritarios con respecto a la prostitución. Nos hemos leído todos los programas políticos y hemos contactado con los 4 partidos. Sólo Ciudadanos nos ha contestado.
Abolicionistas
El PP y el PSOE se dan la manita posicionándose en contra de la regulación de la prostitución.
Por un lado, el Partido Popular en su programa electoral actual, no hace ninguna mención específica a las medidas que quiere aplicar al sector del sexo de pago. Digamos que ha mantenido el mismo comportamiento de siempre, o sea el de no hacer nada. Por lo menos a nivel de inmovilismo son coherentes. La única frasecita que aparece en el programa es:
“Intensificaremos las medidas de control y vigilancia policial en los entornos escolares a fin de prevenir la proliferación de actividades ilícitas, como el tráfico de drogas y el ejercicio de la prostitución, garantizando de este modo las condiciones adecuadas para el normal desarrollo de los menores.”
En una entrevista de diciembre de 2015, Marta González, diputada del PP, declaró que su partido no ha puesto en marcha medidas para abolir esta actividad porque “la sociedad española no está madura para esto. En Suecia tardaron unos 20 años». Y cuando le preguntaron “¿No cree, entonces, el PP, que estas mujeres que ejercen voluntariamente deberían tener derechos laborales?”, contestó con un tajante y redondo “No».
Recordamos que ya tomaron medidas suficientes (para no decir fuera de lugar y sin sentido alguno) con la notoria Ley Mordaza, que en dos de sus artículos, el 36.11 y el 37.5, contempla la sanción a mujeres en situación de prostitución. Según esta normativa, las mujeres explotadas pueden enfrentarse a sanciones de hasta 600 euros.
Hetaria, el colectivo que trabaja por la defensa de los derechos de las prostitutas, expresa así su opinión sobre susodicha ley “Criminaliza el trabajo de las prostitutas, dejándolas aún más desprotegidas y empeorando sus condiciones de trabajo, ya de por sí difíciles. El verdadero objetivo de su aplicación es expulsar a las mujeres de la calle sin ofrecer negociación ni alternativa.”
Por otro lado está el PSOE que considera la prostitución “una manifestación de la violencia de género y es una prioridad trabajar en la erradicación de una de las más crueles y esperemos últimas formas de esclavitud”. No es casualidad que en su programa electoral haya insertado el tema de la prostitución en el apartado “Violencia de Género”, declarando querer:
- Aprobar medidas que desarrollen políticas encaminadas a la abolición de la prostitución.
- Reintroducir en el Código Penal la figura de la tercería locativa (el que alquila habitaciones) en los términos del Convenio de Naciones Unidas, lo que permitirá desmantelar la industria del sexo.
- Introducir la figura de penalización de todo tipo de proxenetismo lucrativo medie o no consentimiento de la persona prostituida.
- Sancionar la demanda y compra de prostitución.
Además, en el suplemento dominical de su programa “Las mujeres protagonistas del cambio” añade que “Nuestro proyecto también incluye implementar en nuestra legislación medidas que sigan el modelo sueco de erradicación de la prostitución según la ley aprobada en el país nórdico en 1999”.
Regulacionistas (dependiendo del momento)
Ciudadanos y Podemos están en este bando. El primero, Ciudadanos, en su programa actual no dice ni mú sobre la prostitución. Parece que las palabras de Albert Rivera, presidente el partido, se las llevó el viento: en abril de 2015 declaraba «Desde el primer momento en el Parlament hemos defendido que era mejor regular la prostitución, lo que es delito y está prohibido y lo que es voluntario, cómo tributa y cómo se regula. Es un tema que hay que abordar y necesita debate y consensos», pero a la hora de incluirlo en el programa electoral, ya sea en el de diciembre o el de junio, se olvidó por completo.
Y como no nos quedaba muy claro, decidimos contactar con ellos. Nuestra pregunta fue clara y directa: ¿Podéis aclararnos la posición de Ciudadanos respecto el sector del sexo de pago? Su respuesta también fue clara, o algo por el estilo:
«C’s considera necesario abordar una solución para la prostitución en España. No podemos seguir mirando hacia otro lado mientras dejamos abandonadas a tantas mujeres en un limbo legal, ni dejar que las mafias de trata de personas sigan operando bajo el amparo que les confiere la alegalidad. Hace un año nosotros quisimos poner sobre la mesa este debate y sobre la necesidad de imponer claridad jurídica […]” y blablabla.
Por último, Podemos, que aún no tienen las ideas muy claras, parece. En diciembre de 2015, Jesús Gil, responsable de prensa y miembro del Consejo Ciudadano del partido, aseguraba «Estamos contactando con distintas organizaciones para que nos ayuden a crear una postura. Hay que informarse antes y escuchar a los distintos sectores afectados». Y como todavía no saben bien cómo abordar el tema prostitución, en su programa electoral actual no hay ningún punto dedicado a ello.
Quizás les ayude a tomar posición Izquierda Unida, que se presenta con ellos a las elecciones. Su líder, Alberto Garzón, declaró que “La prostitución es el grado más extremo de violencia de género”, es decir, los de IU no son abolicionistas, son lo siguiente. ¿Qué opinará de esto el número dos de Podemos, Iñigo Errejón? En una reciente entrevista afirmó: “La prostitución se aborda indirectamente, no legalizando o prohibiendo, sino garantizando que las mujeres no son discriminadas laboralmente y tienen independencia económica, en igualdad que cualquier hombre. En definitiva, ponemos el acento en la independencia económica para no ejercer como última salida a una situación de pobreza, y en los derechos para que quien quiera ejercer libremente, lo haga con dignidad y sin que nadie gobierne sobre su cuerpo sino ella.”
Hasta la fecha, en España la prostitución se encuentra en una situación de alegalidad, es decir, no es delito, siempre y cuando no se practique cerca de sitios destinados a menores, como colegios o parques, o en zonas de tránsito público donde puede suponer un riesgo para la seguridad vial. La paradoja es que, aunque no suponga un delito, quienes ejercen la prostitución no tienen reconocidos sus derechos. Por suerte podemos confiar en la honestidad y transparencia de los políticos españoles, reconocida y aclamada en todo el mundo. Pero, sobre todo, por sus putas madres.
