Dildos imprescindibles para mejorar el sexo
No seas egoísta, compárteme con tus amigos


Los 5 dildos imprescindibles que animarán tus relaciones sexuales

En la era victoriana existía una enfermedad llamada “histeria femenina”, que se diagnosticaba a cada mujer que presentase síntomas como el insomnio, la retención de fluidos, la irritabilidad, el dolores de cabeza, la pérdida de apetito y, como si no fuera suficiente, la «tendencia a causar problemas».

En aquella época, la histeria femenina se curaba con una masaje pélvico, lo que hoy en día conocemos como “hacer un dedo”. Al considerarse el deseo sexual reprimido de las mujeres una enfermedad, era el doctor quien se encargaba de llevarlas al orgasmo; en un primer momento con la estimulación manual y luego, a partir de 1870, con un dildo.

Hacerse un dedo

Muchas cosas han cambiado desde aquel entonces. Un estudio llevado a cabo sobre 3.800 mujeres, de entre 18 y 68 años, revela que el dildo mejora la función sexual, además de promover comportamientos saludables. Según el mismo estudio, el 83% lo empleaba para estimular el clítoris y el 64% lo usaba en el interior de su vagina. Hoy día este pequeño – o no tan pequeño – juguete erótico es el más vendido del mercado, con unas ventas de más de 1 millón de unidades al año.

Os presentamos un breve listado de los dildos que podéis encontrar ahora en el mercado y cómo utilizarlos:

– Penetración vaginal: es la forma más común de utilizar el dildo, ya sea porque se puede hacer en soledad (solo) o en compañía. La intensidad de la penetración dependerá de quien lo utilice: si sois de las que disfrutan con una penetración fuerte y rápida, sólo tendréis que seleccionar la velocidad máxima y darle más caña con las manos; si por el contrario preferís algo más suave y lento, escoged un dildo más pequeño; no lo llevéis a la velocidad máxima y disminuir el ritmo de vuestras manos. En ambos casos, no olvidéis utilizar lubricante.

– Penetración anal: muy similar a la anterior pero con la diferencia de que la puerta de entrada se encuentra en el lado opuesto. En este caso optad por un dildo liso y firme, que lo blandito al culete no le gusta mucho y además lo complican todo. Los mejores para este tipo de uso son los de cristal y, en este caso también, la lubricación es fundamental. Si todavía sois unas principiantes en esto, la primera vez puede resultar molesto e incluso doloroso; si así fuera, aguantad unos 30 segundos y veréis como el placer no tardará en llegar.

– Strap-on: con este arnés seréis las reinas de la penetración. Utilizarlo con él o con ella, ya sea dentro de la vagina o del ano y ¡todo sin manos! Estos tipos de arneses pueden variar en color, talla y forma pero todos tienen algo en común: el agujero en el que insertar el dildo. Probad a penetrar vuestra pareja desde atrás y, al mismo tiempo, masajeadle el pene o el clítoris.

– Doble: es el más romántico de todos los dildos porque te permite mirar a la persona a los ojos mientras os estáis penetrando el uno al otro. No es muy fácil de utilizar, ya que necesita de mucha práctica para poderle sacar el máximo provecho. Lo ideal es insertar primero la parte más corta en la vagina y una vez dentro, insertar la otra parte (la más larga) en la vagina de la otra persona. Una vez que las dos partes estén en su sitio, distribuir bien el peso de los cuerpos y poco a poco todo empezará a ser más sencillo y morboso.

– Calientes y fríos: hay dildos que se pueden calentar o enfriar dependiendo de la sensación que se quiera experimentar. Los de cristal van muy bien para este uso, así como los de metal o piedra. Eso sí, el cristal es un material muy delicado, por lo tanto si la intención es la de pegaros la follada de vuestra vida, dejad el cristal para las copas de champagne.

Si queréis utilizar los juguetes eróticos con las chicas, no os cortéis. ¿No sabéis cómo introducir el tema? Lo mejor es ser claros y directos diciéndole por ejemplo: “Cariño, me gustaría hacerte disfrutar más, ¿qué te parece si utilizamos un dildo?”, ninguna chica rechazará una propuesta como ésta, estad seguros.

Publicaciones relacionadas