Me encanta que durante el sexo me estimulen el punto G, sobre todo cuando estoy con la postura del perrito, dependiendo de la forma del pene me produce más gustito. Seguramente te estarás preguntando por qué digo esto, es muy fácil, hoy quiero hablarte del punto G del hombre.
Si las mujeres disfrutamos mientras nos acarician el punto G, ya sea con unos dedos mágicos o con la polla, ¿por qué no lo pueden disfrutar también los hombres? Sí, el punto G masculino también existe, está situado en la zona de la próstata, más concretamente al interior del recto, a unos 5-7 cm del ano. En este punto existen muchas terminaciones nerviosas que hacen que sea una zona muy sensible y erógena.
Estoy convencida de que has pensado en más de una ocasión qué sensación experimentarias si te estimularan tu punto G, ya te lo digo yo, sentirías sensaciones inigualables, indescriptibles, tus orgasmos serían extraordinarios.
Pero lo primero que debes hacer para descubrir este punto mágico es dejar atrás todos los prejuicios. ¿Verdad que querrías ayudarme a encontrar y acariciar mi punto G? Pues yo quiero ayudarte a encontrar el tuyo y ver tu cara de felicidad.
¿Cómo estimular el punto G del hombre?
Se puede estimular de dos maneras, indirectamente masajeando la parte del perineo, o bien introduciendo un dedo por el ano. Para los hombres que nunca les han estimulado su punto G, aquí os dejo mis recomendaciones:
Sexo Oral:
Como seguramente tengas el agujero del culete bien apretado ya que nunca antes te habían metido nada por allí, mi sugerencia es que tu acompañante te haga una mamada para que te relajes y estés lo más tranquilo posible. Seguro que el sexo oral te encanta.
Lubricante:
Quizás el aspecto más importante: utiliza chorros de lubricante. Debes relajar el esfínter anal para facilitar la introducción de un dedo o juguete sexual. Si nunca te has introducido nada por detrás, empieza con un dedo, por favor, que tenga las uñas bien recortadas porque no queremos que nadie sufra.
Masaje anal:
Para ayudar a relajarte, un masaje circular alrededor del ano también es muy excitante. Imagínate que mientras te están practicando sexo oral, te van acariciando el culete y poco a poco introduciendo el dedo. Seguro que ya te estás poniendo cachondo y te apetece, ¿verdad?
Masaje prostático:
Este masaje te dará mucho placer, consiste en introducir el dedo y hacer el movimiento de “ven aquí”. Puede ser que la primera vez te sientas extraño, pero también puedes sentir tanto placer que te corras enseguida.
Sé que no todo el mundo está dispuesto a experimentar por la puerta de atrás, pero si quieres descubrir nuevas sensaciones, te lo recomiendo.
Y para los más atrevidos y experimentados, existen una gran cantidad de juguetes eróticos para masajear el punto G del hombre como, por ejemplo, el arnés masculino.
¿Qué es el Strap-On o Consolador con arnés?
El strap-on es un consolador diseñado para ser usado (por lo general montado en un arnés) en actos sexuales para penetrar a la pareja por vía vaginal, anal u oral, tanto en parejas heterosexuales como homosexuales.
Este tipo de arnés con pene se suele utilizar para estimular el punto G masculino. Lo principal es que la persona que se ponga el arnés esté cómoda y familiarizada con él, y posteriormente al usarlo contigo, recomiendo ir despacio y utilizar grandes cantidades de lubricante.
Lo más importante es la comunicación entre los dos, saber en todo momento si la persona que recibe está cómoda y le gusta. Tenéis que ser sinceros, al principio, seguramente no será tan placentero porque estaréis más pendientes de si lo estáis haciendo bien, etc. Pero como todo en la vida, con la práctica, lo vais a gozar plenamente.
Una de las cosas que más os va a divertir y hacer reír, son los movimientos de penetración por parte de la chica, al inicio puede ser que se sienta un poco rara, es normal, al principio es recomendable hacer movimientos sutiles y sin grandes presiones. La posición del perrito es ideal para principiantes.
Esta práctica sexual también se conoce como pegging, cuando es la mujer la que penetra analmente al hombre empleando una prótesis que usualmente va sujeta en el pubis por medio de un arnés de cintura.
No te escandalices, grábate a fuego que el pegging no te resta masculinidad. Según un estudio, un 20% de hombres ha realizado esta práctica sexual junto con su pareja femenina, y afirman que los orgasmos son mucho más intensos.
Si eres de los que te apetece probar cosas nuevas en el sexo pero tu pareja no está dispuesta, no pasa nada, tengo un grupo de amigas expertas en el arte del strap-on que les encantará jugar contigo.
A veces es bueno mirar las cosas desde otra perspectiva. Con el servicio de strap-on tú serás el que mirará el horizonte mientras ella, por detrás, te enseñará todas las constelaciones e, incluso, te hará descubrir planetas hasta ahora desconocidos. Lubricante y dilatación serán tus compañeros de tripulación y ella, con ese strap-on, será capaz de llevarte hasta Plutón.