Behind the Obscene es la nueva sección del blog de Apricots; es un espacio en el que las chicas de compañía se desvelan a través de pequeñas entrevistas. Con Behind the Obscene iremos descubriendo secretos, anécdotas y curiosidades sobre sus experiencias en este sector, pero también intentaremos conocer a las chicas más allá de su profesión.
Behind the Obscene propone ser un lugar de conversación donde no hay ni máscaras ni falsas verdades. Queremos contar por un lado cómo son las chicas por detrás del escenario obsceno en el que suelen actuar, por otro demostrar que a menudo la atribución del adjetivo “obsceno” es el resultado de un conocimiento confuso y superficial de las cosas.
Todo el mundo tiene una historia que contar, y nosotros tenemos muchas.
Era un miércoles por la mañana cuando fui al local de Córcega. No había quedado con ninguna de las chicas, porque en el fondo estaba segura que por lo menos una de ellas hubiera estado dispuesta a dejarse entrevistar. Cuando llegué, la primera cosa que hice fue explicar a la encargada el motivo de mi visita; le pareció bien lo de la entrevista y me dijo ”Propónselo a las chicas”.
Intenté hacerlo pero las que estaban ahí estaban disfrutando de una pausa, así que no me prestaron mucha atención, no querían saber nada de “rollos”. Tras esos primeros momentos de total indiferencia hacia mí, conseguí, no sé bien cómo, llamar la atención de las chicas y aclararles que no tenía malas intenciones, que simplemente quería charlar con ellas y conocerlas un poco mejor. Al final, no sé si es por pena hacia mí o para que me fuera y las dejara en paz, me aconsejaron que hablara con Meritxell, porque decían que ella “tiene habla y mucho encanto”. Pregunté a Meritxell si le apetecía y tras unos instantes de indecisión, al final aceptó hablar un rato conmigo.
Lo que sigue es lo que me contó:
Cuéntanos un poco sobre ti, Meritxell, empezando por tu procedencia. ¿De dónde eres? Soy de Sudamérica pero prefiero no especificar exactamente de dónde.
¿Cuánto tiempo llevas en España y cuánto en Apricots? Llevo 6 años en España y 1 mes viniendo a Apricots.
¿Por qué Apricots y no otra casa de escorts? Porque me siento cómoda ya que no estoy obligada a hacer nada que no quiera, aquí eres libre, no tienes obligaciones como en otros sitios. También estuve trabajando en mi piso, pero aquí (en Apricots) me siento mucho más tranquila y protegida. Y también porque la clientela es otra; aquí vienen muchos turistas y el trato es muy agradable, son muy respetuosos.
¿Desde hace cuanto tiempo te dedicas a esta profesión? 5 años.
¿Qué es lo que más te gusta de ser chica de compañía? ¿Y lo que menos? No me gusta mucho, lo hago principalmente por el dinero. Mi intención es cambiar de trabajo. En mi país estudié, pero aún tengo que convalidar el título.
¿Entonces qué te llevó a dedicarte a los servicios de acompañante? Cuando llegué a Barcelona tuve un bebé y me quedé sola; entre el piso, el cuidado del niño, el abogado de extranjería y los demás gastos, tenía que ganar mucho más de lo que hubiera ganado en un trabajo normal, por lo tanto esa era mi única opción mientras conseguía un empleo que fuera acorde a los horarios de la guardería. Con los horarios que me organizo ahora puedo dedicarle tiempo a mi hijo y tengo toda la flexibilidad que necesito.
Pudiendo volver atrás, ¿seguirías el mismo camino? Si es que no, ¿por qué? No. Primero porque no me gusta, y segundo porque en realidad cuando llegué aquí no hice las cosas bien hechas, debí venir con todos los papeles en regla porque ya sabía que venía a quedarme. Tampoco me preocupé por estudiar catalán y convalidar mi título de estudios, dejé pasar el tiempo y no tengo excusa. Volviendo atrás lo hubiera hecho todo distinto. Ahora me he puesto una meta, un tiempo límite. Quiero seguir en esto un año más para guardar dinero suficiente como para estar tranquila con mi hijo. Hace unos años las cosas iban mejor en este sector, ganaba mucho dinero al mes y no lo aproveché.
¿Cómo te gastabas tanto dinero al mes? Hay personas que no ganan tanto en un año… Lo sé, el problema es que mientras más ganas más gastas.Yo llevaba un nivel de vida muy alto, me compraba mucha ropa, vivía en un piso grandísimo en el centro con una empleada, tenía chofer que me llevaba a las salidas a los hoteles, le mandaba dinero a mis hijas en mí país y a la gente de mi barrio que sabía que estaba necesitada; iban 100 euros a uno, 100 a otro y el dinero se acababa. Además, iba a la discoteca todas las noches, porque era mi manera de escapar de la realidad, como para olvidarme un rato de todo. Creo que si no tuviera el niño seguiría con esa vida loca…
¿Es decir, si no tuvieras el niño no te gustaría salir de esto de aquí a un año como has comentado antes? Creo que ya es tiempo de salir de todo esto, de ahorrar y cambiar de vida. Creo que me ha pasado todo esto para que entienda que no tengo que vivir así. Mi niño ha sido mi salvador.
¿Tu familia sabe a lo que te dedicas? Mi madre es la única que sabe lo que hago, se lo conté por lo mismo que a mi ex pareja, por si un día me pasa algo que sepan dónde buscarme. Tengo 6 hermanas más, ellas no saben qué hago porque son cristianas. Sin embargo, creo que lo sospechan porque una mujer de la limpieza aquí en España no gana tanto. Lo único que me dicen son unas indirectas como: “Si nosotras pudimos vivir bien en nuestro país, tú también puedes. Tú también estudiaste, no busques el camino fácil”.
¿Tu madre qué tal ha aceptado el hecho de que te dediques a esto? No lo ha aceptado, no hablamos nunca de esto. Ella lo sabe sólo por si acaso. Nunca me ha cogido dinero de esto. Aunque esté muy necesitada nunca lo cogería porque sería como colaborar a que yo siga con esta profesión. Ella no me pregunta nada, más bien está todo el tiempo diciéndome que me está buscando un trabajo, y que su jefe tiene una empresa de gestoría y que termine de estudiar inglés para trabajar en ese puesto.
¿Tienes alguna anécdota divertida que contarnos? Durante el embarazo trabajé 8 meses como masajista, porque hay gente que le dan mucho morbo las mujeres embarazadas, pero nunca tuve relaciones estando embarazada. Incluso los clientes me llevaban ropita de niño, chocolates, me dejaban propinas. Vamos, que la parte en la que me divertí más fue durante el embarazo porque no follaba y ganaba más. Cuando tuve el niño, muchos clientes se habían hecho el cálculo de cuando hubiera parido y me llamaban para ver si tenía leche materna para darles. La verdad es que las cosas más raras me las pedía cuando trabajaba sola en mi piso, aquí en Apricots es todo más normal.
¿Algunas vez te has enamorado de un cliente? No, y la verdad es que no entiendo como un hombre que sabe que estás trabajando en esto te pueda querer. Conozco a muchas chicas que les ha pasado, pero creo que llega un momento en que te lo va a echar en cara. Por ejemplo, yo del padre de mi hijo me separé porque no asimilaba mi condición, y eso que entonces era sólo masajista. Hoy en día sigue diciéndome que no puede aceptarlo porque le parece que si salgo de esto, algún día podría volver a trabajar de lo mismo y tiene razón, si la situación económica lo requiere lo volvería a hacer. Por esto prefiero estar sola, primero por no sentirme mal con la pareja que esté, y luego porque no veo que un hombre acepte esto. Es duro encontrar a alguien con la mentalidad tan abierta que sea capaz de aceptarnos tal y como somos.
Cuando acabes con esta profesión, llegará un momento en el que conocerás un hombre fuera de este entorno. ¿Serás sincera con él y le contarás de tu pasado? Sí, le diré la verdad. ¿Y sabes por qué? Porque siempre te puedes encontrar a alguien que lo sepa, ya sea porque te ha visto en foto, vídeo, etc, entonces prefiero contárselo yo antes de que se lo cuente otra persona y lo descubra así. Mejor ir siempre con la verdad por delante.
¿Te molesta si te llaman puta? Sí, para mí las putas son las que están en la calle, en una esquina y tienen chulo; aquí no tenemos chulo, somos libres. Las chicas que están en la calle tendrían que probar la seguridad de estar en unas instalaciones como éstas.
¿Qué opinas de la prostitución callejera? Pienso que en el momento que estás en la calle hay muchos policías, te puedes acercar a cualquiera y pedir ayuda. Aquí en España te ayudan mucho, si no tienes papeles y alguien te está explotando, te dan apoyo y te proponen salidas. Personalmente regularía la prostitución para evitar que las chicas estén en la calle, de esta forma trabajarían en un entorno seguro y podrían hacer con su cuerpo lo que quieran y ser ellas sus propias dueñas. Hay mujeres muy bonitas por la calle y pienso “no me digan que no podrían trabajar solas, que necesitan estar en una esquina así”, no tienen porque tener un chulo, podrían trabajar solas o estar en sitios tranquilos como Apricots. Por ejemplo, mi ex pareja es muy machista, pero yo le decía: “Yo trabajo y yo me mantengo” por qué me tiene que decir si puedo o no puedo salir, dónde voy y con quién, pues no. Si no te gusta como soy, te vas, pero no me digas a mí como tengo que ser, qué tengo que hacer o cómo tengo que vestir.
¿Volverías a vivir en tu país? Cuando tenga casa sí. Por el momento no quiero volver por mi hijo, allí hay mucha delincuencia. Quiero que él crezca aquí, que se forme y se eduque en España. Además, en mi país tengo otras dos hijas, que ahora son mayores. La primera la tuve cuando era muy jovencita, pero estaba muy ilusionada con tenerla. Pero el pequeñito, el último, fue una sorpresa inesperada.
¿Estás a favor del aborto? Ni a favor ni en contra. Creo que es malo hacerlo pero hay veces que no hay otra solución. Pienso que traer al mundo un niño si no lo puedes mantener es de persona egoísta.
¿Has trabajado en otras ciudades españolas? ¿Qué cambia respecto a Barcelona? Sí, trabajé en Ibiza. Allí los precios suelen ser más elevados porque el trabajo es muy estacional y luego no hay nada.
¿Y también trabajaste en otros países? Si es que sí, ¿qué cambia respecto a España? Sí, trabajé en Francia, en París. Allí también ganas más, los clientes no te exigen nada, son gente más respetuosa. Ahí trabajaba un montón porque a los franceses les gustan las rubias, chiquititas y delgadas como yo. Y por supuesto, porque allí es ilegal la prostitución.
¿Hablas francés? No, sólo lo practico *risas*… ahora lo estoy estudiando porque me llaman muchos franceses y me gustaría poner tener conversaciones más completas con ellos.
¿Es diferente el sexo que practicas cuando no cobras? Sí. Pese a que cuando trabajo el sexo lo hago sólo con quien quiero, si me acuesto con alguien al que le tengo cariño por supuesto que cambia y lo vivo de forma distinta. El sexo hecho con amor siempre es otra cosa. Aunque he de reconocer que al final es piel con piel y si a tu cuerpo le está gustando algo, no puedes ir en contra de tus sentidos.
¿Qué no harías por dinero? Tomar drogas, eso lo tengo muy claro. Sería el colmo que encima de puta, fuera drogadicta *muchas muchas risas*.