Esta semana he follado con un chico que tenía una polla pequeña y me ha hecho ver las estrellas. ¿Quién dijo que los penes pequeños no pueden conseguirle a una mujer un buen orgasmo? Pues yo le respondo que se equivoca, un pene pequeño y juguetón puede hacértelo pasar mucho mejor que una polla grande, eso sí, si sabéis cómo usarlo.
El tamaño del pene preocupa a muchos hombres, y estoy convencida que en alguna ocasión os habéis hecho alguna de estas preguntas: ¿El tamaño de mi pene es normal? ¿Tengo un micropene o solo es un pene pequeño? ¿Tengo el pene demasiado grande? ¿Cuál es la medida que más le gusta a las mujeres?
Existen diferentes estudios sobre las medias del tamaño del pene cuando está erecto pero, la gran mayoría concuerda que la media de longitud se sitúa entre los 13 cm y 14 cm. Otro dato a tener en cuenta es que el 55% de los hombres están satisfechos con el tamaño de su pene, mientras que el 45% restante les gustaría que fuera más grande.
Pero una de las cosas que más me llamó la atención es la cantidad de búsquedas que realizan los usuarios en Google sobre las medidas de su pene. ¿Sabías que el 50% de búsquedas sobre tamaños del pene proceden de Estados Unidos y el otro 50% del resto del mundo?
Por ejemplo, en España, la búsqueda en Google de la palabra “tamaño del pene” tiene más de 3.600 búsquedas mensuales, “tamaño medio pene” tiene 2.400 búsquedas y “medidas del pene” 1.300 búsquedas. Esto significa que el tamaño de vuestras pollas os preocupa y queréis saber si la tenéis grande, pequeña o está dentro de la media. Lo que no sé si es normal es que “Jordi el Niño Polla” tenga 33.100 búsquedas mensuales en España.
Si os la queréis medir para saber si la tenéis como este actor porno que supera los 20 cm en erección, a continuación, os comparto este medidor de pollas, solo tenéis que guardaros la imagen, imprimirla y poner vuestra polla encima, así de fácil.
Pero hoy no voy a hablaros de los diferentes tipos de penes que existen porque ya os lo conté en un artículo anterior (sé que os gustó mucho, pillines), pero sí que os voy a explicar cuáles son las mejores posturas para follar si tenéis el pene pequeño. Si tienes una polla pequeñita y quieres conseguir una penetración más profunda, no te preocupes, estas son las mejores poses para estimular el punto G de tu pareja.
¿Cuáles son las mejores posturas para un pene pequeño?
El perrito acomodado:
Qué quieres que te cuente de la postura del perrito que no sepas. A las mujeres les encanta porque el pene pequeño puede llegar a estimular directamente el punto G.
Personalmente, creo que una de las mejores variaciones del sexo a cuatro patas para que los penes puedan penetrar más profundo es cuando la mujer está super bien acomodada, por ejemplo, ella debe dejar caer su pecho y levantar su culo hacia arriba y mover un poquito las rodillas para atrás, de esta manera, el hombre podrá coger con fuerza sus caderas mientras realiza los movimientos de penetración.
Para esta postura, la chica estará mucho más cómoda si se pone una almohada debajo de su abdomen. Y mi consejito, si queréis que ella disfrute y se corra como nunca, aprovechad para acariciarle el clítoris mientras la pentráis. Y si sois de los que tenéis el pene en forma del salto del delfín, así curvado hacia abajo, haréis que vea las estrellas porque le estaréis tocando el punto G al mismo tiempo.
El puente levadizo:
La postura sexual del puente levadizo es cuando la mujer se acuesta boca arriba, levanta las piernas y las apoya a los hombros del hombre, la clave está en conseguir que la vagina esté expuesta para que el hombre pueda penetrarla con mayor profundidad.
También tengo algunos truquitos para esta postura, grabaos a fuego que la almohada es vuestra aliada en el sexo, tanto sirve para morderla cuando llegas al clímax como para hacer más cómodas las posturas. Las experiencias sexuales con una almohada hacen que el sexo sea más fácil y que las penetraciones sean más profundas.
En este caso, colocar una almohada debajo de la pelvis ayudarán a que la penetración del hombre sea más profunda y, además, no tendrá que sujetar la mujer por la cadera con fuerza, sino que tendrá las manos libres para acariciarle la parte del cuerpo que más le apetezca. Y si sois un poco fetichistas, recordad que tenéis los pies al lado de la boca, aquí lo dejo.
El trono saltarín:
Otra de mis posturas favoritas, el hombre se sienta al borde de la cama, del sofá o de una silla y, ella con las piernas en el suelo, se sienta encima de espaldas a él y empieza con los movimientos arriba y abajo. Lo bueno de esta postura es que ella tiene el control de los movimientos y del ritmo de la penetración.
Esta postura es perfecta para que ella pueda hacer “la batidora”, el movimiento estrella de mi querida amiga Apolonia Lapiedra. Ya estás tardando en buscar en Internet cómo se hace la batidora.
Y para él, esta postura es ideal para que con sus manos pueda acariciarle la parte del cuerpo que más le gusta. A mi me encanta que me agarren las tetas con las manos mientras “cabalgo” sobre él.
La cucharilla:
Quizá es una de las posturas ideales para las parejas que están más enamoradas o si hay diferencia de altura entre los dos. La chica se acuesta de costado y el chico detrás de ella. Se tiene que ir haciendo un poco de encaje para que el pene pueda entrar todo entero y sea cómodo para ambos. Una vez hayáis encontrado la mejor postura, él podrá acariciarle el clítoris y también los pechos, tocarle el pelo o susurrarle y lamerle la oreja.
Lo bueno de esta postura es que no se requiere de esfuerzo físico. Mi consejito es que para esta posición, la penetración sea lenta y cuánto más profunda, mejor.
El abrazo de la osa:
Esta postura facilita mucho la penetración, ella se tumba de espaldas en la cama y el hombre se coloca encima de ella. Ella le rodea firmemente con sus piernas y brazos, como si no dejara escaparte. Cuanto más le apriete, más profunda será la penetración.
Cuando él se canse, esta postura es ideal para que os deis la vuelta en la cama y ella pueda levantarse y empezar a moverse.
El compás:
Esta postura requiere un poco de acrobacia por parte de la mujer, mientras está tumbada boca arriba debe levantar la pierna y ponerla sobre el hombro del hombre de manera que quede un ángulo de 90º. A continuación, él empezará a penetrarla mientras sujeta la pierna que tiene en el hombro con una de sus manos, y la otra mano la tendrá libre para poder acariciarle el cuerpo. En esta postura, el hombre es el dominante.
Si ella se cansa de tener una pierna levantada, puede alternarla con la otra, así también podréis ver cuando os da más placer a ambos, si subiendo la pierna izquierda o derecha. La cuestión es ir probando y gozando del momento.
El Tsunami:
Esta postura requiere de entreno, la mujer debe colocarse boca abajo en el borde de la cama y a continuación dejar caer la mitad de su cuerpo hacia el suelo, del ombligo para arriba. El hombre se coloca detrás de ella y la penetra suavemente, él colocará sus piernas entre las de ella y se agarrará con las manos a sus caderas.
Mi consejito para esta postura es que ella ponga las palmas de sus manos en el suelo para aguantar su peso y no caerse hacia delante. Recordad que la almohada es vuestra aliada en el sexo, podréis poner vuestra cara encima y no notaréis el frío suelo en el rostro. Parece una tontería, pero sé que me lo agradeceréis.
Y otro aspecto a tener en cuenta, y os lo digo por experiencia, que la cama no sea muy alta, lo probé con una de esas que tienen cajones debajo del somier y el colchón por encima, no os lo recomiendo. En estas camas, mejor follar sobre el colchón.
Mismas posturas, pero por la puerta de atrás
Lo mejor del sexo es probar nuevas posturas, nunca sabes la que te gustará más. No hagáis el amor siempre igual, explorad nuevas sensaciones. Y si con el coito vaginal no tenéis suficiente, estas posturas también son muy recomendadas si utilizais la puerta de atrás, exacto, para el sexo anal.
Uno de los mayores beneficios de tener un pene pequeño es el acceso más fácil a la penetración anal. Como el ano de las chicas es más estrecho que la vagina, esto os ayudará. Aunque la polla sea pequeñita, no olvidéis nunca el lubricante, uno de los mejores amigos del culete.
Olvidaos de una vez por todas de cuánto más grande mejor. Todo se basa en la confianza y el saber hacer. Y recordad, mis mejores polvos fueron con un pito XS. El chico lo tenía claro, como dijo Forrest Gump: “haz lo mejor que puedas con lo que Dios te ha dado”.
Mejor pequeñas y juguetonas, que no grandes, y gordas.