Si alguna vez habéis estado en una plaza de toros para asistir a una corrida, habréis visto que antes de que ésta empiece, los toreros se presentan al público dándose un paseo por la plaza. Este desfile se llama paseíllo, y no “Gente vestida de forma rara que se pasea antes de jugar a dardos con los toros“. Al igual que en el mundo taurino, el mundo del puterío también tiene su paseíllo, con la diferencia de que aquí las corridas son sin toros y con final feliz.
El paseíllo de los putis sirve para que las escorts se presenten al cliente y éste pueda elegir a su chica favorita.
Mirándolo desde una perspectiva más comercial, o también diciéndolo a lo bruto, el paseíllo no es otra cosa que un escaparate en el que la chica tiene que saberse vender, si quiere acabar siendo la chica favorita del cliente y, por lo tanto, La Elegida™. Para conseguirlo es importante que la chica encuentre la fórmula que le permita destacar respecto a Las Demás Chicas™ (su competencia) y lograr quedarse bien enmarcada en la memoria del cliente.
¿Y eso cómo se consigue? Por un lado olvidándose de rituales y supersticiones, por otro, dejando atrás la idea de que presentándose la primera o la última, será La Elegida™. Pero no lo es todo, se necesita algo más.
Y es aquí donde entran en juego los maravillosos consejos de marketing aplicado al puterío. Por medio de ellos, la chica acabará convertiéndose de puta a la puta hostia.
Decálogo para ser la puta hostia del paseíllo:
- Naming – El nombre de la chica: tiene que ser curioso, cautivador, raro incluso y, al mismo tiempo, tiene que ser fácil de recordar. Lo ideal es evitar nombres de puta, así de claro lo decimos. El nombre tiene que estar acompañado por un buen eslogan, que defina mejor el valor diferencial de la chica. Y con esto pasamos al consejo número 2.
- Eslogan: supongamos que la chica haya escogido un nombre tan cautivador como “La Virgen María”; pues, su eslogan será “Lléname de tu gracia”. Así que cuando se presente al cliente, podrá decirle “Hola, yo soy la Virgen María y quiero que me llenes de tu gracia”. Si el cliente no se acuerda de ella, es porque no tiene sentido del humor. ¿Qué otros nombres+eslogan tenemos? Desde “Enchufe Doble – Empótrame ahora”, hasta “L’Oréal – Porque mi vagina lo vale”.
- Packaging – Las prendas: al igual que el nombre, evitar prendas de puta, porque el hombre podría sentirse intimidado. Mejor sorprenderle con algo que no se espera: desde un pijama, pasando por un disfraz, hasta llegar a la ropa de deporte o, incluso, cogiendo de la mano a su pareja o a su madre.
- Plan de publicidad – Acciones concretas: sirven para aumentar el recuerdo y reconocimiento de la chica. Las acciones son simplemente unos gestos útiles para acabar de captar la atención del cliente. Ejemplos: dejar caer unas llaves, un mechero o una paloma muerta, tropezarse, bailar la macarena, desmayarse o quitarse los mocos.
- ¡Ups, no hay más consejos! Simplemente queríamos utilizar la palabra “decálogo” porque es muy solemne y quedaba guay.
Puede que nuestros fantásticos consejos sean un poco atrevidos, y la verdad es que tampoco estamos seguros al 100% que sean realmente útiles. Al margen de esto, lo cierto es que si la chica decide seguirlos, el cliente se quedará flipando en colores.
J’adore la lingerie qui cache juste ce qu’il faut ….mais pas trio